Información en poder de este periodista, indica que José Luis Cordero Sotelo, alias “El Primo Chikys”, así como Wiliams Domínguez Domínguez, “El Chupas”, estarían controlando sus actividades criminales desde su encierro, sin que sus detenciones se reflejen en una baja de la violencia, el cobro de piso, el asesinato y el secuestro en los municipios del sur de Veracruz.
Ambos líderes delictivos resultaron apresados este año, en distintas fechas, lo que representó un alivio temporal para las personas a las que han lastimado a lo largo de su carrera criminal; sin embargo, muy poco duró el gusto pues al parecer este par de pillos se las han ingeniado para seguir moviendo los hilos de las estructuras delictivas que controlaban cuando andaba libres, y que los siguen nutriendo de dinero bañado con sangre para ellos y así “engrasar” las bisagras de las puertas giratorias que los regresen a las calles o simplemente para vivir como jeques árabes en los penales donde ahora están.
El Chupas terminó preso a mediados de este año cuando contaba en su haber con numerosos homicidios, en su mayoría de gente inocente a quienes mató por encargo, hasta por 5 mil pesos se echaba un “jale”.
Formaba parte de la estructura delictiva que comandaban Juan Carlos Gómez, alias El Wero Quesero, un sanguinario capo de la delincuencia que contaba con una amplia operación de venta de droga, cobro de piso, secuestro, sicariato, incluso, extorsionaba a beneficiarios de los programas del Bienestar, del gobierno federal.
Durante muchos años operó de esa forma en municipios como Acayucan, Hueyapan de Ocampo, y también hizo mucho daño en su natal San Juan Evangelista, en donde se le vincula a numerosos homicidios, entre ellos el del ex alcalde Andrés Valencia Ríos.
El Chupas se encargaba de las ejecuciones, abordo de una moto, y por la espalda, siempre sorprendía a las víctimas que no daban un peso por la pinta de sicario que les llegaba, desgarbado, sucio y con la apariencia física de un adicto al cristal.
Tras la detención de El Wero Quesero, El Chupas estaba organizando un plan para rescatarlo, el cual no pudo concretar por que también fue capturado, pero ya se había hecho del control de varios negocios ilegales, entre ellos la extorsión y el cobro de piso, ya fuera infundiendo el miedo a comerciantes incendiando sus negocios o atacando a bala sus viviendas.
De ser un simple gatillero, se benefició con la caída de su jefe, y tomó más poder para usarlo insanamente quitándole el dinero a las personas trabajadoras, lo que hasta el día de hoy, se sabe, sigue “apretando” desde el Penal de Acayucan, acá no se descarta que cuente con el apoyo de autoridades en el exterior, incluso, de los propios familiares de El Chupas.
Pues sus víctimas siguen recibiendo mensajes de su parte con sendas amenazas de que serán asesinados o sus negocios quemados, si no cumplen con el pago de su cuota (extorsión).
El Primo Chikys fue apresado por personal de la SSP el mes de octubre pasado, presuntamente cometiendo delitos de alto impacto en la ciudad de Coatzacoalcos, era un pájaro de cuentas que ya era buscado desde hace tiempo, pero tuvo la habilitad de esconderse en las barbas de la policía, intercalando residencia en Nanchital y Coatzacoalcos, donde se movía libremente, sin que nadie lo molestara.
Lo que se sabe de él hasta ahora es que es originario de Acayucan, en donde tuvo una notable carrera como miembro del comando de Protección Civil, cargo que usó para relacionarse en el mundo del hampa, directamente bajo la órdenes de José Roberto Sánchez Cortés, alias el 80 —capo que es objetivo de las autoridades y hasta una recompensa ofrece el gobierno por su captura— y que en el fango se oye que ahora milita en otra grupo criminal distinto al que operaba en Acayucan.
Tras los enroques en Acayucan, El Primo Chikys se replegó a Coatzacoalcos, y fue directamente en Nanchital e Ixhuatlán del Sureste, donde montó una empresa criminal dedicada a la extorsión, el cobro de piso a negocios, el homicidio y secuestro, que durante varios años, sembró el terror entre sectores productivos de los dos municipios petroleros y en pleno auge industrial.
Han sido numerosos los reportes que han llegado a este periodista de víctimas de este sujeto y de su célula criminal que sigue operando impunemente en Nanchital e Ixhuatlán del Sureste, sin que sean llamados a rendir cuentas.
Hasta donde se sabe, El Primo Chikys sigue manejando todas sus operaciones criminales tras las rejas. El pasado 28 de octubre la Fiscalía General del Estado dio a conocer su vinculación a proceso por delitos contra las instituciones de seguridad pública y delitos contra la salud.
Lo que no bastó para que deje de hacer daño a la sociedad que con su encierro pensó que se iban a librar de las amenazas y del cobro de piso, pues las exigencias y las amenazas no han parado.
La célula que liderea El Primo Chikys en Nanchital es vinculada por las autoridades con la ejecución de Joel Contreras, taxista asesinado en Nanchital el pasado 18 de marzo; así como el asesinato del taxista Rodolfo Escobar Dueñas, ultimado el 24 de febrero en Nanchital, le dieron al menos 10 balazos, así como la desaparición de Dilhan García Saavedra, de 27 años de edad, quien es buscado por su familia desde febrero del 2022.
Supuestos integrantes de la delincuencia, bajo las órdenes de Primo Chikys, lo habrían privado de la libertad, y exigieron dinero a su familia a cambio de soltarlo, lo que nunca cumplieron, pero sí cobraron.
El panorama se complica en el exterior para las víctimas, pues ahora las autoridades se encuentran en un momento en que están entregando el gobierno, y nadie se quiere meter en problemas luchando contra la delincuencia organizada, ya todo mundo anda enfocado en irse y sumar los menores problemas posibles antes de abandonar el barco.
VIA: @Nacho Carvajal